El agua sigue faltando en muchos lugares de la provincia y complica a las localidades turísticas

Desde hace varias semanas la falta del agua alcanza a toda la provincia. Hubo reclamos con manifestaciones en diferentes localidades. Los cortes coincidieron con una ola de calor que le dio a San Luis temperaturas superiores a los 40°C.

Los municipios, y en algunas ciudades las cooperativas que gestionan el servicio, son los destinatarios de los reclamos de atención de la comunidad. Las quejas también están dirigidas al Gobierno para que actúe con soluciones concretas que lleguen a los pueblos. Muchas localidades además están con alta ocupación turística.

Después que la falta de agua se convirtió en el principal principal problema de la provincia en días caóticos, el Gobierno convocó este fin de semana a los intendentes. Funcionarios de segunda y tercera línea se reunieron con los jefes comunales. Se declararía la emergencia hídrica, según se adelantó.

En Merlo, después de un fuerte reclamo de vecinos, comerciantes y hoteleros frente a la cooperativa y después ante el intendente Juan Álvarez Pinto, ahora el suministro se está recuperando parcialmente, según se informó. Aunque sigue vigente el corte de 8 a 20. Sólo se larga durante la noche para que carguen los tanques.

Iris López, propietaria de cabañas explicó a El Chorrillero que la villa "tiene una cisterna que puede abastecer a 50 mil habitantes que es manejada por cinco bombas, de las cuales el Municipio habilitó solo dos, según palabras de la cooperativa”.

López señaló que cuando las autoridades hablaban de cortes intermitentes “en nuestro caso, estos días atrás no tuvimos ni una gota en todo el día”.

Por último, dijo que la solución definitiva es la generación de obras para ampliar la red. “Es impresionante la cantidad de gente que se ha venido a vivir a Merlo, pero no se hacen inversiones, entonces esto persistirá y cada vez será peor”.

El pasado jueves, la cooperativa declaró la emergencia hídrica en la ciudad.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de la villa, Flavio D’angelo informó que los locales gastronómicos están trabajando en un 80% debido a que algunos permanecen cerrados.

Es que desde el jueves a la noche algunos propietarios decidieron no abrir al verse imposibilitados de higienizar los baños y elementos que utilizan para prestar el servicio. “Son cierres transitorios, si hoy no tienen en el tanque, no les trajeron o no compraron, harán eso hasta que encuentren una solución”, aseguró.

“A futuro habrá que implementar algún tipo de medida para prever todas estas situaciones que se vienen padeciendo”, cerró.

Otra vecina expuso que pasado el mediodía de este domingo salía un “hilito” de la canilla de la calle. También precisó que en la noche, es muy poca la presión en algunos sectores y no alcanza a llenar los tanques domiciliarios.

En Potrero de los Funes la situación se volvió desesperante, sobre todo para cabañeros y hoteleros.

José Ángel Chariano, que tiene un complejo en la localidad aseguró que muchas reservas se “cayeron” y “algunos turistas se fueron enojados”.

Si bien la situación se normalizó en comparación con días atrás, hay cortes programados dos veces al día: de 5 a 8:30 y de 14:30 a 17:30.

Por ese motivo, desde el sector se pusieron restricciones para cuidar el suministro.

“Sin lavado, sin aseos específicos o sin recargar la pileta. Pero el problema es que cuando el turista no tiene arroyo, por lo menos quiere estar en el complejo refrescándose. En nuestro caso, el césped del parque está todo seco. Es un caos”, detalló.

“Si tenés gente instalada, no hay forma de controlar si tiran el botón del baño o si se bañan. Las 24 horas del día necesitas agua en los complejos, por más tanque de reserva que tengas, es imposible tener a todo el mundo conforme”, agregó.

El cabañero también manifestó que cuando “largan” el agua, en los sectores más altos del pueblo “tienen un desfasaje de una hora y media de llegada, porque primero se tienen que llenar las zonas más bajas y luego sigue hacia arriba”.

“Esto lo padecemos siempre, no es por la crisis de ahora, sino que viene de hace muchos años. Siempre es la misma historia, es como un dejavú permanente”, concluyó.

En la ciudad de San Luis el problema continúa en algunos barrios puntuales. Por ejemplo, la Municipalidad informó que hasta este sábado siguen con el llenado de tanques o recipientes de 8 a 18. También se entregan bidones para el consumo personal.

Esto ocurre en el Barrio República y en el Barrancas Coloradas.

La Toma era otro de los pueblos que tampoco contó con el suministro por algunos días.

La concejal de Unidos por San Luis-Avanzar, Ana María Novillo, advirtió sobre la calidad del agua para el consumo humano: “Se brinda de un embalse en donde está estancada, sucia, que no circula, por eso está en muy mal estado y es intomable. Y si le sumamos el tratamiento que se le da con cloro, es muy malo”.

Durante el año, la localidad se abastece del Río del Rosario que llena los piletones de la planta potabilizadora. Pero ante una posible sequía y baja en el cauce, los vecinos cuentan con una perforación de 130 metros aproximadamente. Sin embargo, la bomba que debe extraer el suministro, “está en reparación”.

Novillo manifestó que en paralelo, hay camiones de bomberos voluntarios del pueblo asistiendo a las familias.

El jueves hubo sesión extraordinaria en el Concejo Deliberante y se aprobó un aumento del 100% en tasas y servicios que incluye el agua. “Si bien tenemos un valor muy bajo a comparación de otros pueblos, el servicio es pésimo”.

“Hoy tenemos un festival que creo que es prioridad y no este tema”, apuntó.

En Santa Rosa del Conlara sufrieron la baja de presión por la rotura de una bomba de la planta de la cooperativa debido a una baja de tensión en la luz.

Estiman que en la semana se colocará una nueva y se normalizará el suministro.

En Villa de la Quebrada, Villa de Praga, Guanaco Pampa, Lafinur, Los Cajones, Los Manantiales, Paso Grande, El Suyuque, Los Molles, El Milagro, El Chañar son otros sectores de la provincia que padecen lo mismo.

Hoy, en la localidad del Cristo de la Quebrada los vecinos convocaron a un rezo “por la lluvia” y luego una procesión alrededor de la plaza. Habían amenazado con cortes de ruta, luego que el viernes protestaran en el ingreso al pueblo y enfrentaran a la intendenta Rosa Calderón. Acusaron que el agua que les lleva “agua podrida” y que si quieren tomar la deben comprar.